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lunes, 23 de junio de 2014

Secta de los Asesinos

Los hashshashiín... menuda palabreja (como los llamaban sus enemigos), o nizaríes, “tíos guays molones" (como se llamaban a sí mismos) fueron una secta herética dentro de otra secta herética de la religión del profeta Mahoma, El Incaricaturizable.
Son muy conocidos por sus métodos de asesinato, sus grandes plantaciones de hachís y sus innombrables herejías anti-islámicas, tales que si el profeta resucitara, enviaría a los enemigos mortales de la secta, los templarios, a acabar con ellos.
Los hashshashiín acechan en las sombras así que... ni oprimas, ni trafiques con armas, ni armes jihads... y ya verás si vas si erestemplario.
Todavía siguen ocultos en las catacumbas de Bombay y en la ciudad oculta de Anjudan (el paraíso de la secta, un sitio chachi donde se puede cometer los siete pecadoscapitales sin que te pase nada).
Sus dos líderes más famosos y peligrosos fueron Hasan-i Sabbah, conocido entre sus enemigos como “El Viejo Cabrón de la Montaña”; y el traidor Al Mualim, que quería usar la secta para llegar al Edén y que en realidad era un sectario templario como los que fueron usados para encender las hogueras de San Juan en París en 1314. El asesino más famoso fue un tal Altaïr, que era bueno, pero la secta fue muy peligrosa.
Sus miembros, que era unos killers terroristas muy sabios, aterrorizaron a políticos tales como Saladino, el moro malo que tomó Jerusalén, o al propio Bin Laden, que vive oculto para evitar que los hashshashiín le echen el guante encima y lo cacen como a un conejo. Más adelante se tratará la oscura relanción entre Osama y los hashshashiín.
Tanto la secta como la religión, buscaban el único objetivo de... dominar el mundo (los hashshashiín sólo querían la zona ubicada entre Persia y Constantinopla... bueno, y algunos enclaves en Egipto y Túnez, que nunca vienen mal).

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